Es cierto que así como existe el bien, existe el mal. Es como el Yin y el Yan. No puede existir uno sin la presencia del otro. Tal como la luna y el sol, como la felicidad y la tristeza, la enfermedad y la salud. Es parte del equilibrio que demanda el universo. Sin embargo hay personas que son egoístas, llenas de odio y mala intención, que se valen de esa fuerza negativa para hacer daño. Ponen en riesgo su vida, su alma y hasta a su propia familia con tal de llevar a cabo un capricho que sacie su sed de maldad y odio.
Esto es real, y muchas culturas han lidiado con este tipo de manifestaciones durante muchos años. Gracias a que para todo mal existe el bien. Para todo demonio hay un ángel que lucha y combate. Nuestros ancestros han desarrollado a través de los años, oraciones aprobadas por el universo para contrarrestar los efectos malignos de una maldición como el mal de ojo.
Hay personas que se dedican a encontrar soluciones a este tipo de manifestaciones malignas, estudiando las culturas místicas, los efectos y poderes que otorga el universo a quienes son capaces de sacrificar lo que sea. Aunque a Dios se le atribuye la mayor cantidad de fuerza contra el mal, también durante nuestra historia sobre la tierra, han habido figuras que han vendido el mal y se han ganado un lugar en la veneración de muchos creyentes de su fuerza y humildad. Algunas de las oraciones escritas por nuestros antepasados para contrarrestar al mal de ojo, han sido las siguientes:
Rezo para la protección personal del mal de ojo
Padre, vengo a ti hoy, inclinándome en mi corazón, pidiendo protección del maligno. Señor, nos asaltan momento a momento haciéndonos daño, tanto que nos dejan vulnerables al pecado de todo tipo. Rodéame de tu divino seto de protección. Envuélveme alrededor con Tu fuerza y Tu poder. Que se alegren todos los que se refugian en ti, que siempre canten de alegría. Y que nos protejas, para que los que aman tu nombre se regocijen en ti.
Porque eres tú quien bendice al justo, oh SEÑOR, envuelvenos con un escudo que solo es posible con tu sagrado poder, que todo aquel que intente hacerme daño a mi o a mi familia, sus maldiciones reboten sobre ese escudo y caigan sobre ellos mismos, solo tú señor eres justo y tienes el poder de juzgar el mal, te lo pido con toda la fuerza de mi corazon, amen.
Protege nuestras mentes de todo pensamiento negativo. Todo lo que no es de ti, que salga ahora de mi vida, lo desecho como fue expulsado lucifer de los cielos. Todo pensamiento que vaya en contra de mi amor y mis principios en tu palabra, que sean expulsados para que ardan en las llamas del infierno. Toda mala sensación en mi cuerpo, enfermedad o malestar que sean expulsados para que vean la mirada del mal bien lejos de mi. Que la envidia de mis enemigos se disipe, que encuentren paz con los suyos, que el odio de quien quiere hacerme daño sea apaciguado con tu palabra y tu poder.
Fortalece nuestra fe y vistenos de tu armadura poderosa bañada de tu sagrada sangre, sangre de tu hijo que enviaste a la tierra para redimir nuestros pecados. Ayudame a pelear esta batalla señor, contigo todo, sin ti nada. Amen.
