Me gusta diferenciar lo que yo llamo «zona de control» y aquello que no depende de nosotros. En nuestra vida, en nuestras acciones diarias, en nuestras decisiones… siempre hay un espacio guiado por lo que nosotros hemos hecho, decidido, trabajado… y un espacio donde el resultado dependerá de «la suerte», de otras personas…
Está claro que si nosotros actuamos de forma eficiente en nuestra zona de control los resultados serán buenos casi siempre. Esto es algo que he aprendido con el tiempo, y es el focalizarme al 100% en algo cuando lo quiero, no al 50, no al 75, al 100%. Si eres capaz de dar todo lo mejor de ti, si eres capaz de esforzarte al máximo, casi siempre los resultados serán los que tu quieres.
Claro está que a veces ni esforzándonos al máximo las cosas nos salen como queremos. En este caso siempre viene bien mover las fuerzas del universo para pedir que todo salga bien, que todo lo que no está en nuestra mano juegue a favor nuestro.
En estos casos siempre uso una oración que ayuda a que todo me sea favorable, y que todo por lo que he trabajado salga lo mejor posible.
Oración para que todo salga bien
Es recomendable realizar esta oración dos veces al día durante 3 días seguidos, mañana y noche. De este modo toda la energía positiva se alineará para nuestra causa.
Oh Universo, La Palabra, La Vida, La Luz, El camino, Jesús, Amadísimo Señor que dijiste: «pide y se te dará, busca y encontrarás, llama y las puertas se abrirán», Por la intercesión de la Virgen María, santísima madre, yo busco, yo llamo y yo os pido con toda la esperanza de que me concedáis lo que necesito: (decir lo que sea desea conseguir)
Humildemente y de todo corazón, os suplico que me concedáis la gracia en mi objetivo, que tan difícil me resulta conseguir por mis medios.
Oh Jesún, guíame en mi camino para conseguir el éxito.
Qué necesitas para que todo salga bien
Hace tiempo leí una frase que decía lo siguiente: A nadie le van mal las cosas durante demasiado tiempo sin que tenga parte de la culpa.
Si te ves necesitado de la ayuda usa esta oración, pero ten siempre presente que quien algo quiere algo le cuesta. Debemos demostrar al universo que somos merecedores de aquello que deseamos, de aquello que queremos. Normalmente cuando pedimos algo el universo primero nos da un anticipo, es lo que comunmente conocemos como «la suerte del principiante». Se nos permite probar un poco de «la miel del éxito» para que sepamos qué se siente al estar cerca de aquello que queremos.
Pero tras eso el universo nos pondrá a prueba para valorar si realmente somos merecedores de lo que deseamos.
Es en ese momento cuando debemos trabajar fuerte, cuando debemos demostrar bajo viento y marea que estamos dispuestos a pelear por aquello que queremos. Aquí es donde os recomiendo realizar esta oración para que todo sea más fácil.
Al final de todo, siempre, hay la recompensa que buscábamos, por lo que te animo a que sin lamentos y sin pereza, luches por lo que quieras, trabajes fuerte, estudies fuerte… lo que sea para ser merecedor de aquello que tanto anhelas.