En esta oración pediremos a Dios, el justo juez, que nos aleje a los enemigos y toda aquella gente que desea que las cosas en nuestra vida vayan mal.
Las oraciones al Justo Juez nos cargan de fuerza y confianza en nuestra vida, y son oraciones que llevan realizándose desde alrededor del año 1791, cuando nace en Guatemala el Señor de los Milagros, una imagen modificada de Jesús de Nazaret (por distintos motivos).
Alejar enemigos
Es importante alejar enemigos en nuestra vida, ya que su carga negativa pesa sobre nosotros día a día. Quizás tienes personas cercanas que te envidian por el estilo de vida que llevas, y no me refiero a una vida llena de riqueza, normalmente las envidias son más por aspectos de autoconfianza, seguridad un uno mismo, amor…
He conocido en mi vida mucha gente rica, pero la verdad es que nunca me he sentido atraído por su estilo de vida y mucho menos he sentido el más mínimo sentimiento de ser como ellos. Pero en cambio cuando conocemos a una persona feliz, segura de sí misma, enamorada de su pareja, con un trabajo que le apasiona, una persona optimista, que encuentra las cosas buenas de la vida esté donde esté… este tipo de personas genera un efecto de envidia y tenemos que protegernos de ella.
Si crees que por tu posición en tu vida profesional hay gente que te envidia, que te tiene manía, que quiere “pisarte”… en definitiva, que es una persona enemiga, no sólo debes preocuparte por saber tratar con ella, sino que es importante que realices ejercicios para que su energía negativa no quede sobre ti pesando como una losa.
Lo mismo si eres una persona, como describía antes, con una vida feliz (aunque tengas tus propios problemas como todo el mundo) y crees que eres el centro de envidias, de celos… también es importante que realices una oración como la que te voy a mostrar.
Oración original al santo justo juez para mantener lejos a los enemigos
La oración que debe realizar dice tal que así:
Señor Jesús de Nazaret, único Juez divino y en el mundo de los vivos y en el mundo de los muertos, eterna llama justiciera, encarnado en el seno inmaculado de la Virgen María, por la salud y esperanza de la humanidad.
Creador de la tierra y como así del cielo y muerto el cruz por la salvación de la humanidad.
Jesucristo de Nazaret, el que fue envuelto en una Sábana Santa y resucitó al tercer día de su sepulcro, el vencedor de la muerto y del infierno.
Santo Justo Juez, escucha mis súplicas, y te ruego que me ayudes en mis oraciones, para concederles así una recepción favorable.
Santo Justo Juez, el que calmó las tormentas con su voz imperiosa, quién pudo resucitar de entre los muertos a Lázaro y quién devolvió la vista a los ciegos, voz a los mudos, escucha a los sordos y el perdón eterno a los pecadores… Jesucristo, que con sólo el poder de tu voz los demonios huyen asustados, dejando atrás los cuerpos de los poseídos.
Te ruego, oh Jesucristo, Santo Justo Juez, deshazte de todos mis enemigos visibles e invisibles, tanto los conocidos como los desconocidos, y escóndeme en tu Santa Sombra.
Que los que me persigan para herirme no tengan la suficiente velocidad para alcanzarme, que cubras los ojos de los que cegados por el odio hacia mi quieren lastimarme. Que no haya fuerza en los brazos de aquellos que quieran detenerme, ni oído para escucharme a aquellos que quieren espiarme. Que no tengan lengua aquellos que quieran criticarme y que sus labios estén en permanente silencio cuando quieran juzgarme.
Cómo tratar con los enemigos
Aunque como bien digo, es importante que nivel energético y espiritual tengamos una “ayuda” y una “limpieza” de las energías negativas de nuestros enemigos, también es verdad que debemos saber tratar a nuestros enemigos de la mejor forma posible.
Lo primero y más difícil: intenta que no te afecte lo que te digan ni lo que hacen. No puedes llevártelo a casa ni puede causarte una sensación negativa más de un determinado tiempo (minutos). Debes aprender a manejar estos sentimientos negativos y retirarlos de tu cuerpo rápidamente. Si haces esto, dichos sentimientos negativos vuelven a la persona que los ha lanzado, devolviéndole su negatividad.
No te hagas pequeño/a: Una cosa es que no te afecte, la otra es que te dejes pisar. Hay límites y tu amor propio está muy por encima de esa persona. Si tienes que confrontarte no dudes en hacerlo, eso sí, siempre desde el respeto, desde la educación pero también desde una postura de fuerza.
Si estás tranquilo/a cuando confrontes a ese tipo de personas, si sabes que su comportamiento es por pura envidia, si te sabes de tu posición superior vital, esa confrontación no debe tener ningún tipo de presión sobre ti.
Estas acciones de confrontación y aceptación en tu vida personal y con la ayuda de la oración al Santo Justo Juez, harán que tus enemigos se aparten de ti y sus malas energías no recaigan en tu estado de ánimo.
